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La Avenida que Atraviesa Recoleta y Palermo Está Más Viva que Nunca
El tradicional corredor crece con locales en construcción, otros que se renuevan, marcas que lo eligen para mudarse y firmas internacionales que desembarcan.
18 de septiembre de 2025 – 09:35
La nueva configuración de los locales comerciales de Avenida Santa Fe, desde la Avenida 9 de Julio hasta Scalabrini Ortiz, está más activa que nunca. “Un día de paseo en Santa Fe, no le hace mal a nadie ya lo sé; mirabas las vidrieras, te encontré”, fue un hitazo del grupo musical Industria Nacional en 1969.
Históricamente, el tramo más demandado y con marcas premium se ubicó desde la Avenida 9 de Julio hasta Callao, con sus emblemáticas galerías. Le seguía el tramo desde Callao hasta Pueyrredón, caracterizado por su diversidad comercial y la cercanía con universidades y colegios, ofreciendo más opciones gastronómicas. Desde Pueyrredón hasta Scalabrini Ortiz, pasando por la elegante esquina de Coronel Díaz, el mix era más residencial que comercial. Pero esa imagen ya ha cambiado: hoy, el corredor es sumamente comercial en todos sus tramos, con alta demanda entre Callao y Pueyrredón, y los precios de alquiler son más caros con menor vacancia entre Pueyrredón, Coronel Díaz y Scalabrini Ortiz.
Desde Callao Hasta Pueyrredón
El tramo entre las avenidas Callao y Pueyrredón atrae la mirada de las marcas que eligen esta opción para mudarse o abrir locales. Este lugar ha desplazado a la tradicional zona entre Callao y la 9 de Julio. Un informe de la inmobiliaria Colliers revela que este “desplazamiento” se refleja en los valores de alquiler por m², que son más altos en la nueva zona en tendencia: están en US$36/m², mientras que bajan a US$32/m² en el tramo entre Callao y 9 de Julio.
“Hoy, sin dudas, es una de las zonas más atractivas y demandadas para alquilar, especialmente por marcas y emprendedores que buscan visibilidad, alto flujo de público y proyección comercial”, comparte Marcos Ballario, de L.J. Ramos, quien extiende el nuevo tramo trendy hasta la calle Bulnes y señala que el m² en la zona puede llegar a US$40 para locales grandes, de más de 800 m². “Desde la pandemia, los valores han aumentado considerablemente, lo que representa un buen indicio de reactivación”, añade.
Además, el tramo entre Callao y Pueyrredón se caracteriza por su diversidad comercial y conectividad. La vacancia es del 2,8% y la tasa de rotación del 3,8%, lo que sugiere un movimiento activo en ocupación de locales. De los 181 locales, el 42% es de moda y textil, el 18% de hogar y bazar, el 11% de salud y belleza y el 10% de gastronomía.
Marcas internacionales como Zara y nacionales como Cuesta Blanca están eligiendo esta zona. La llegada de la marca de indumentaria uruguaya, Indian, que abrirá un local a la altura de Junín, también es destacable. Además, la cadena de electrodomésticos On City ha desembarcado con dos locales a lo largo de Santa Fe.
Desde Pueyrredón Hasta Scalabrini Ortiz
Un informe de L.J. Ramos muestra que la vacancia de locales comerciales en el tramo entre Pueyrredón y Scalabrini Ortiz es del 1,4%, con precios de alquiler alrededor de US$41/m². Este corridor sigue en la mira de las marcas que buscan las mejores ubicaciones debido a su ubicación estratégica, rodeada de barrios residenciales consolidados y con gran flujo peatonal.
“Santa Fe es un corredor que sigue en la mira de las marcas que quieren estar en las mejores ubicaciones”, señala Winokur. En números, el tramo entre Coronel Díaz y Scalabrini Ortiz mantiene una vacancia del 1,9% con precios de alquiler de aproximadamente US$45/m², uno de los más altos del mercado. La combinación de vida comercial con espacios verdes y residencias de alto nivel es una de sus fortalezas.
La baja vacancia se debe a que la demanda no depende solo de un público objetivo, sino que incluye consumidores con diversas motivaciones de compra. Este fenómeno ha permitido que el corredor mantenga una actividad comercial constante y que los locales vacantes se ocupen rápidamente.
La Doble Mano y el Restiling
La reconfiguración de la circulación a doble mano de la avenida en 2011 mejoró la accesibilidad y dinamizó la vida urbana, impulsando la instalación de paradas de colectivos y ampliando el tránsito peatonal. “El auge del corredor se debe a factores de consumo y a decisiones urbanísticas acertadas”, sostiene Antonio Ginevra, de Aranalfe, y agrega: “La gente disfruta de recorrer, mirar vidrieras, entrar y comparar, y ese hábito sigue más vigente que nunca”.
El rediseño de algunas marcas en la zona también tiene un impacto significativo. “Muchos locales han sido renovados y modernizados. Hay una fuerte inversión que le está cambiando la fisonomía a la zona”, comenta Ballario.
En resumen, la Avenida Santa Fe entre Recoleta y Palermo se ha transformado en un vibrante corredor comercial que combina tradición y modernidad, atrayendo la atención de marcas nacionales e internacionales, al tiempo que se adapta a las necesidades cambiantes de los consumidores.
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