Transformación de un icónico edificio brutalista de 22 pisos en una exclusiva zona de Buenos Aires

Transformación de un icónico edificio brutalista de 22 pisos en una exclusiva zona de Buenos Aires
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EN QUÉ SE CONVERTIRÁ UN ICÓNICO EDIFICIO DE 22 PISOS Y ESTILO BRUTALISTA EN UNA ZONA EXCLUSIVA DE BUENOS AIRES

LA EXCLUSIVA ZONA DE LA ISLA EN RECOLETA RECIBE LA CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PROYECTO QUE TENDRÁ VISTAS A LA BIBLIOTECA NACIONAL Y A LA PLAZA FRANCIA.

El ex edificio Costanera se convertirá en la nueva torre Atrium La Isla.

Con una historia que se remonta al siglo XIX y enclavada en apenas ocho manzanas entre el cementerio de Recoleta y la imponente Biblioteca Nacional, abrazada por las avenidas Las Heras, del Libertador, Pueyrredón y la calle Agüero, se encuentra La Isla de Recoleta.

La microzona de gran valor inmobiliario en la capital porteña, donde el metro cuadrado ronda los US$3500 para las unidades en pozo, hoy en día está compuesta mayormente por importantes edificios de departamentos y embajadas. Su ubicación, situada principalmente en calles empedradas y amplias veredas, junto a sus típicas casas y edificios de estilo arquitectónico clásico, es una de las más exclusivas de Buenos Aires.

En sus primeros días, La Isla de Recoleta estaba poblada de residencias del tipo petit hotel y casonas rodeadas de parques. Sin embargo, con el paso del tiempo y la promulgación de la ley de propiedad horizontal en la década de 1940, muchas de estas lujosas casas fueron demolidas para dar paso a edificios de departamentos de alta categoría, que se alzan hoy en día como verdaderos íconos del lugar.

A pesar de los cambios a lo largo de los años, La Isla de Recoleta todavía conserva su encanto y elegancia, convirtiéndose en una zona residencial exclusiva y de alta categoría que se caracteriza por tener un ambiente tranquilo y arbolado.

Sin embargo, a solo unas cuadras de distancia, en la esquina de la avenida Las Heras y Agüero, el Edificio Costanera, la torre donde hasta el 2021 se encontraban las oficinas de Telecom, se encuentra en un importante cambio. Este edificio de 22 pisos y 72 metros de altura, que fue construido en 1979 con una arquitectura brutalista típica de la época, hoy está siendo transformado en un proyecto emergente que desafía la tradición del barrio.

Actualmente, la torre está siendo transformada en un proyecto emergente bajo el nombre de Atrium La Isla. Frente a la Plaza del Lector y al lado de la Iglesia de San Agustín, se convierte este icónico edificio en un complejo residencial desarrollado por ByB. A diferencia de la estructura austera de hormigón que caracterizó a la torre, el nuevo edificio destaca por su estilo moderno y minimalista, ofreciendo unidades de uno a cuatro ambientes, con tamaños que van desde los 40 m² -para los estudios-, de 48 m² a 59 m² -para los dos ambientes-, desde 74 m² a 115 m² -para los tres ambientes-, y desde 114 m² a 190 m² -para los cuatro ambientes-.

En cuanto a sus valores, el precio aproximado por metro cuadrado comienza en US$3500, mientras que los valores de venta de las unidades parten desde US$149.000.

Además de cinco locales comerciales en planta baja, Atrium La Isla contará con 1000 m² de amenities, que incluyen un spa con sauna, una terraza con pileta y vistas al río, más un gimnasio completo, entre otros. Su ubicación es otro factor clave, no solo por las vistas a la Biblioteca Nacional y a la Plaza Francia, sino por su accesibilidad a las principales avenidas: el proyecto se encuentra a tan solo 200 metros de la Avenida del Libertador y a 300 metros de Figueroa Alcorta.

UNA TORRE EN UN BARRIO DE PETIT HOTELS

Si bien Recoleta no escapa a las transformaciones inmobiliarias de CABA, el barrio está notablemente menos saturado de desarrollos en comparación con otras zonas tradicionales de la ciudad, como Palermo o Belgrano, e incluso con áreas más recientes como Núñez y, en los últimos años, Caballito. “La escasez de terrenos disponibles es un factor determinante”, argumenta Gabriela Goldszer, directora de Ocampo Propiedades, comercializadora exclusiva del Atrium La Isla.

Este fenómeno se debe en parte a que Recoleta mantiene su reputación como la “París de América”, gracias a los palacetes y pequeños hoteles construidos entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX. “Aunque muchas de estas residencias tradicionales fueron demolidas a partir de la década de 1960, hoy en día existe un activismo significativo, similar al que se observa en otras partes de la ciudad, destinado a preservar lo que queda y evitar futuras demoliciones”, menciona Martín Pinus, director de la inmobiliaria homónima. No obstante, el experto asegura que no se puede detener por completo la modernización, por lo que se busca que los nuevos proyectos inmobiliarios y hoteleros respeten el estilo clásico de las mansiones existentes.

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