Arquitecta Descubre Nuevas Formas de Canalizar su Vocación a Través de un Juego

Arquitecta Descubre Nuevas Formas de Canalizar su Vocación a Través de un Juego

Es arquitecta y encontró en un juego otra forma de canalizar su vocación

LA PASIÓN POR DIBUJAR Y UNA SITUACIÓN INTIMIDANTE PERMITIERON A ETHY KOZAK CREAR UN JUEGO DE CARTAS QUE RECORRE LA ARQUITECTURA EN EL MUNDO

14 de diciembre de 2025 – 22:08

Ethy Kozak es la creadora del juego de cartas para amantes de la arquitectura. Entender el para qué de las situaciones que nos presenta la vida permite ver desde otra perspectiva esos momentos y encontrar nuevos objetivos y rumbos. Así le sucedió a la arquitecta Kozak, quien durante la pandemia redescubrió en el dibujo un lugar de aceptación y el camino para crear Arquilínea, su proyecto. Un juego de estrategia que consiste en una colección de cartas que reúne desde lo lúdico a los amantes de la arquitectura y de lo expresado bellamente con un trazo.

Un juego colaborativo que plantea la idea de jugar por el simple placer de hacerlo, sin un foco excesivo en la competencia. “Además, la arquitectura es, por definición, un trabajo colectivo”, señala la emprendedora. La idea surgió en plena pandemia cuando una vecina le prestó un juego de mesa en el que se ordenaban cronológicamente eventos históricos. “Hablando por teléfono con una amiga, se me ocurrió hacer algo similar, pero con obras de arquitectura. Armé la primera lista y comencé a dibujar”, relata Kozak, quien recuerda que con las obras de construcción paradas, descubrió que dibujar le generaba calma. “Tener un proyecto me devolvía un poco de optimismo”, agrega.

Un recorrido por la historia de la arquitectura a través de la observación, la memoria y la estrategia es el principal objetivo del juego. Al tener las primeras cartas impresas (de un lado solo el dibujo, del otro el dibujo y textos escritos a mano), se las mostró a su prima, diseñadora gráfica e ilustradora, quien la ayudó con el diseño y el logo, y así se animó a concretar su sueño.

Ethy proviene de una familia donde la arquitectura y la creación siempre estuvieron presentes. Su padre es arquitecto, su madre ingeniera civil y su abuelo materno era maestro mayor de obras y tenía una empresa constructora. En su infancia, pasaba horas jugando con el escalímetro, con plantillas para dibujar artefactos de baño en distintas escalas y hojeando revistas de arquitectura. “Cuando viajábamos, muchas veces las vacaciones incluían ir a visitar edificios. Siempre me gustó dibujar y recuerdo hacer maquetas caseras desde muy chica”, recuerda.

Cada carta presenta el dibujo en un lado y, en el reverso, la ilustración acompañada por textos manuscritos. Diseñar y dibujar cada una de las cartas le resultó familiar. La colección de juegos de cartas recorre la historia de la arquitectura del mundo mediante la observación, la memoria, la estrategia y el conocimiento compartido. Con sus variantes competitivas y colaborativas, el objetivo del juego es organizar cronológicamente las obras de diferentes periodos de la historia de la arquitectura.

Actualmente, las cuatro ediciones o mazos incluyen en Arquilínea 1 obras hasta el siglo XIX; en Arquilínea 2, desde el siglo XX hasta la actualidad; en Arquilínea 3, dedicado a obras de arquitectas, y en Arquilínea 4, obras de Latinoamérica. “La idea de hacer un mazo dedicado a obras realizadas por arquitectas de distintos lugares del mundo apareció casi al mismo tiempo que la idea original. Por caso, el mazo de Latinoamérica nació del deseo de salir de la mirada puesta siempre en lo europeo y mostrar con orgullo tantas obras que hay para aprender y conocer acá”, afirmó Kozak.

El juego desafía a reconocer y ordenar cronológicamente obras arquitectónicas de diferentes épocas. Además, está por lanzar dos mazos más y trabaja en una nueva propuesta de un mazo sobre mobiliario, otro sobre diseño del paisaje (ilustrado por su hija, estudiante de esa carrera en FADU) y uno de arquitectura bioambiental. También elabora un juego para chicos y perfecciona algunos libros.

Actualmente, el proyecto cuenta con una comunidad de jugadores que crece de manera orgánica, tanto a nivel nacional como internacional, con personas que se unen por curiosidad, pasión a la arquitectura o por aprender jugando. También se organizan torneos. “Los juegos de mesa siempre son una excelente opción, más en esta época de tanta pantalla e inmediatez. Jugar y perder la noción del tiempo es hermoso y sanador. Específicamente, jugar y aprender de arquitectura me parece ¡Muy enriquecedor!”, sostiene Ethy.

Desde el abrigo de su casa, que la cubría en la pandemia, y a través de los miedos de un futuro incierto, hasta la inminencia de lanzar dos nuevas ediciones de Arquilínea, Ethy afirma que su profesión la atrapó desde otro lugar. Su relación con la arquitectura ha sido de extremos, desde el amor al odio, y la ha llevado a cuestionarse por qué sigue haciendo esto. Pero llegó Arquilínea y la ubicó en un lugar de calma, donde “empecé a investigar profusamente, a buscar arquitectura de distintas épocas y lugares. Desempolvé apuntes de historia de la facultad que no sé por qué guardé tantos años, dibujo muchísimo a mano y me divierte jugar. Hoy, me quedo pensando y sonrío”, concluyó Ethy Kozak.

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Por Patricia Osuna Gutiérrez.